tag:blogger.com,1999:blog-1426761125657924970.post984641659753257899..comments2010-02-07T07:33:27.861-08:00Comments on Rio abajo: Rio abajohttp://www.blogger.com/profile/02483154770533940638noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-1426761125657924970.post-49479682472482009182009-02-05T08:56:00.000-08:002009-02-05T08:56:00.000-08:00Gracias por tus siempre amables palabras. Hay pers...Gracias por tus siempre amables palabras. Hay personas que nacen con las palabras en la punta de la pluma y para lanzarlas como dardos sobre el infinito del papel, fíjate si no nuestra querida Luna. Y hay otro tipo de persona que tienen la palabra en la música que del pecho sale a la garganta y de la garganta al aire para ser recogida por el oído que quiera hacerlo. Pienso, humildemente, que soy de estos últimos. <BR/>Ahora al hilo de tu beso claro, como el agua clara, quiero dedicarte este artículo, bellísimo, de Carlos Arbelo(crítico flamenco), a un gitano cantaor ya fallecido, gitano universal: Camarón de la Isla. Creo que esa noche tan especial que he narrado su espíritu estaba allí presente. IN MEMORIAN:<BR/>La noche del agua<BR/><BR/>Sobre la madrugada él se estaba muriendo y ella lloraba desconsoladamente. A mí la situación me sobrecogía, me creaba una profunda congoja saber que el final era inevitable. Sin embargo, en mi interior sonaban sin cesar el ritmo y las palabras de los últimos festivos tangos que él había cantado lleno de vida, y que habían sido especialmente compuestos para que él los transmitiera, con su voz cristalina, por su amigo Pepe: “¡Ay!, como el agua, como el agua, como el agua”. <BR/><BR/>Limpia del agua del río / como la estrella de la mañana / limpia del cariño mío / manantial de tu fuente clara. / ¡Ay! como el agua, como el agua, como el agua. /Como el agua clara/ que baja del monte / yo así quiero verte / de día y de noche./¡Ay! como el agua, como el agua, como el agua.<BR/>Llevaba horas escuchándolos en mi interior y, aunque quería apartar de mí las palabras y la música, no lo conseguía...<BR/><BR/>Con ese fondo musical, pensaba -mientras transcurrían minutos que se iban transformando en largas horas- que el agua siempre había sido un tema recurrente para José cuando cantaba. Y que resultaba toda una paradoja que en este último tramo de su vida, en mi mente sonara ese tema, cuando siempre había tenido para mí que hablar o cantar o decir el agua era decir la vida.<BR/><BR/>Su voz solía convocar a los ángeles con esos quiebros desgarrados e irrepetibles por ninguna otra garganta que no fuera la suya, con esa honda búsqueda para hacer emerger el dolor que tenían sus quejidos, la ternura casi maternal con que cantaba al amor, los larguísimos melismas que parecía nunca iban a concluir y aquella su risa -burlona y juvenil- que, al oírlo en los ritmos más alegres, lo habían convertido en el artista más aplaudido de su tiempo. Pero entonces, ahí, en ese preciso instante se estaba yendo y con él todo lo demás…<BR/><BR/>Su vida corría -como el agua- hacia un destino incierto, ¿sabía acaso que al igual que ella volvería? Quizás sí o puede que no: no obstante, había sido prácticamente un analfabeto que comprendió que cantarle al agua era cantar al nacimiento, al florecimiento de la vida.Rio abajohttps://www.blogger.com/profile/02483154770533940638noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1426761125657924970.post-88924192104129294092009-02-05T06:48:00.000-08:002009-02-05T06:48:00.000-08:00En algún momento, la impronta genética, el inconsc...En algún momento, la impronta genética, el inconsciente colectivo, el recuerdo ancestral, estalla en el pecho y libera la garganta.Eso es, (para mí), estar realmente vivo.Se está vivo sólo siendo continuidad de los ancestros.<BR/><BR/>Te dejo un gran beso, claro como el agua clara...silvia zappiahttps://www.blogger.com/profile/07280406986803188777noreply@blogger.com